La biblioteca te recomienda en noviembre… “La cocinera” de Coia Valls
La escritora tarraconense Coia Valls evoca en una novela histórica el siglo XVIII a partir de la experiencia y la mirada de una cocinera, la joven Constança Clavé, que llega a Barcelona en 1771 procedente de Lima (Perú)
Constança es la protagonista de “La cocinera” que abandona Lima tras la muerte de su padre, un diplomático al servicio del virrey del Perú, Manuel de Amat; y en ese periplo evoca paisajes, gustos y texturas.
“Es la historia apasionante de una mujer que muestra el espíritu de un tiempo y el paladar de una época”, ha dicho Valls, para quien “la cocina es cultura, educación y sensibilización y arte en mayúsculas, porque intervienen todos los sentidos como en ningún otra disciplina”.
A lo largo del libro, calificado por su autora como “una novela de la seducción”, el lector se encuentra aventuras, historias de amor, perlas gastronómicas, personajes de ficción mezclados con otros históricos como el propio virrey Amat o el barón de Maldà
“La constancia, sus ganas de trabajar, la curiosidad, la pasión, el ir a las fuentes, rodearte de gente sabia y generosa, y aspirar a lo máximo” son los ingredientes que la autora cocinó para crear a la protagonista.
De todas las recetas que atraviesan las páginas de la novela, Coia Valls se queda con su preferida: los melocotones y carne picada, con canela, limón, almendras”, una receta que todavía está viva en la comarca barcelonesa del Maresme y que es símbolo de fiesta mayor ha apuntado la chef Carme Ruscalleda, a quien está dedicado el libro y que ha participado en su presentación.
Valls ha revelado que en la novela, en la que ha trabajado durante tres años, ha querido reflejar “el refinamiento de los banquetes impresionantes de la corte del Virrey, en contraste con la comida de subsistencia de las casas modestas”.
Situó deliberadamente la acción de su novela en el siglo XVIII, porque “la gran revolución en la cocina tiene lugar en ese siglo, cuando los productos llegados de América se popularizan, una época en la que llega el color con los aires de libertad de la vecina Francia”.
Además, son unos años de simplificación: “Las mujeres se quitan los artificios de la moda con esas gruesas faldas, los hombres dejan las pelucas” y en Barcelona se producen las primeras revueltas de las quintas”.
Carme Ruscalleda ha confesado la “emoción” por ver reflejado su tesón y profesión en una novela histórica con un personaje del que destaca: “Constança es una mujer que no tiene el apoyo de su familia, cuando yo lo he tenido siempre”.
La novela constata que “la originalidad que ahora lucimos a nivel gastronómico tiene un origen y tenemos en nuestra mente gustos raros que aquí forman parte de nuestra cultura, porque aquí tenemos un bagaje de mezcla de gustos y culturas”.
Remarca Ruscalleda que “el comercio de ultramar que se desarrolla en este siglo propició que en los fogones apareciera el tecnicolor, que la comida se hiciera sublime e incluso lujuriosa”.
La llegada de productos de las colonias, combinado con la desaparición del rey en Francia llevó aparejado, añade la chef, que quedaran libres unas brigadas técnicas que serán las que ocupen los primeros restaurantes.
Fuente: http://www.lavanguardia.es (20/03/2014)
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